Sociología sobre nuestro proyecto

Nos adentramos en la Edad Media, donde surge la cultura de las tapas. Este hecho se da debido al auge del comercio burgués y el trasiego de personas, lo que llevó a crear posadas, las que actualmente podemos considerar como los tradicionales bares de tapas.

Cuenta la leyenda que las tapas deben su nombre a la ración de comida que se servía como acompañamiento. Los comensales de los mesones tenían la costumbre de tapar los vasos de vino que les servían con las tapas.

Otra explicación histórica del siglo XIX cuenta que la tradición de las tapas nace de la necesidad de que los labriegos pudiesen comer algo que permitiera llegar a la hora de comer del mediodía con fuerzas para seguir trabajando. Sin embargo estas dos no son las únicas, hay muchas más explicaciones sobre el origen tanto de la cultura como del nombre.

Las antiguas posadas han evolucionado hasta la actualidad transformándose en lo que conocemos como un bar de tapas. Todo este desarrollo han llevado consigo una transformación en la jerga hostelera, y en la actitud del camarero.

Podemos apreciar que un camarero de un bar de tapas debe ser más familiar y cercano al compararlo con un camarero de un restaurante de diseño, por ejemplo, que se mantiene distante y conciso con el cliente. El comportamiento es así debido a la tradición heredada de las antiguas posadas donde el gerente trataba a los huéspedes como un familiar más y ha desembocado en este trato cercano. Los comensales actuales se extrañan ante un camarero de un bar de tapas que no es familiar, llegando a sentirse incómodo. Este trato puede darse por la evolución de la jerga.

Como hemos comentado antes la jerga es un condicionante para el cliente. En la mayoría de los bares la relación que se establece entre el camarero y el cliente es muy cercana, llegando en la gran parte de éstas al tuteo. Este hecho confiere al cliente el deseo de regresar al bar en muchas ocasiones, ya que es un factor determinante en dicha decisión. Otro apunte importante es la apelación por parte del camarero que se hace mediante el vocativo ''joven''. Este dato puede resultar gracioso, debido a que a veces los supuestos jóvenes no lo son tanto.

Esta entrada forma parte de nuestro proyecto en el punto de investigación de la idiosincrasia de los camareros y gerentes de los bares de tapas y su evolución, así como la explicación de la razón de su existencia.

Un saludo y que aproveche!