domingo, 19 de febrero de 2012

Verja de Gibraltar

La verja de Gibraltar es la denominación que da España al límite (de facto) entre el territorio controlado por los británicos en Gibraltar y el controlado por España en el istmo de Gibraltar. De todas las fronteras internacionales terrestres atravesadas por carretera, esta tiene la peculiaridad de ser la más corta del mundo, con sólo 1.200 metros de longitud.
La Verja está situada a 800 metros al norte de la Torre del Diablo, el punto más al norte del Peñón de Gibraltar, único enclave, junto con el puerto y las fortificaciones originales de la ciudad, cedido por España al Reino Unido por el Tratado de Utrecht en 1713. España considera no traspasadas al Reino Unido las tierras entre la Verja y el Peñón, ni reconoce la soberanía británica sobre éstas. En terminología oficial, España siempre utiliza la palabra verja para referirse al límite entre los territorios controlados por ambos países, puesto que no admite la posibilidad de que exista una "frontera" situada en un territorio (el istmo) que considera como suyo.
En cambio, Gibraltar rechaza de plano las reclamaciones españolas sobre el territorio del istmo, al considerar a la Verja como una de sus fortificaciones, las cuales están incluidas en el Tratado, pese a que esta valla no existía en la fecha de la firma del mismo. Por su parte, el Reino Unido considera la Verja como una frontera internacional a todas luces, así como su soberanía de facto sobre parte del istmo después de la posesión de éste durante un largo período de tiempo.
En el año 1946, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, la recién creada Organización de las Naciones Unidas declaró a Gibraltar como un "territorio no autónomo" pendiente de descolonización. Empezaron así más de veinte años de negociaciones entre los gobiernos de España y el Reino Unido para devolver la soberanía del Peñón. La primera, y única hasta ahora, propuesta formal de devolución fue formulada el 16 de mayo de 1966 por el Ministro de Asuntos Exteriores Fernando María Castiella, que solicitaba la anulación del Tratado de Utrecht. El Gobierno británico, primero, y los habitantes de Gibraltar, después, rechazaron contundentemente esta propuesta. El primer referéndum de soberanía de Gibraltar, convocado el 10 de septiembre de 1967, arrojó más del 99 por ciento de votos en contra.
En respuesta a estos resultados y el detalle "insignificante" de que los aviones de guerra ingleses comenzaron a hostigar a la población de La Linea violando el espacio aéreo español , el dictador Francisco Franco ordenó el cierre permanente de la Verja en 1969 y el corte de todas las comunicaciones de la Península con el Peñón. Como resultado, más de 4.800 ciudadanos españoles perdieron sus empleos en Gibraltar, lo que inició una depresión económica en la comarca, por otro lado Gibraltar y su población cayó en una depresión real donde toda la colonia parecía enferma de miseria16 En el tiempo en el que la Verja estuvo cerrada, el Gobierno franquista decidió, para presionar aún más a Gibraltar, urbanizar todo el suelo neutral entre esta valla y la antigua línea de contravalación, que hoy en día se corresponde con la Avenida del Ejército de la ciudad linense. En este espacio fueron construidos, entre otras instalaciones, el puerto, Palacio de Congresos, la estación de autobuses, el Parque Municipal y el estadio de fútbol de la Balompédica Linense.

La verja no fue reabierta para peatones hasta el 14 de diciembre de 1982, siete años después de la muerte de Franco. Terminaban así 13 años de aislamiento al Peñón. La Verja fue abierta para vehículos el 5 de febrero de 1985, al ser esta una de las condiciones para la entrada de España en la Comunidad Económica Europea.
El 21 de julio de 2009 el ministro Miguel Ángel Moratinos fue el primer cargo del Gobierno de España en cruzar la Verja. Lo hizo para reunirse con Peter Caruana, Ministro Principal de Gibraltar.
oy en día la Verja está abierta al tráfico las 24 horas. Se ha habilitado una entrada alternativa para camiones unos metros al este de la aduana principal, con el fin de aliviar el tráfico de la carretera de acceso a Gibraltar.20 Este paso fronterizo no está exento de controversia, puesto que por él pasan camiones cargados de escombros que Gibraltar utiliza para aumentar su superficie a costa del mar circundante, que como se indica arriba, España no cedió al Reino Unido y sigue considerando como sus aguas territoriales.

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