Acabamos la tanda de información del Hogar Marillac con una entrevista a un monitor del lugar, Manolo.
P: ¿Cómo es su día en el hogar?
R: Me levanto a las 7 (porque vivo aquí con ellos para cualquier necesidad), para levantar a los que necesitan ayuda. Los baño y otros se bañan solos. A las 9 es el desayuno y le doy la comida a los que no se pueden mover, luego les damos la medicación a cada uno por separado porque se intercambian las pastillas (una necesidad que tienen de hacerlo). Luego de darles la medicación les repartimos su tabaco. A las 11 se da un zumo a cada uno como desayuno de media mañana. Luego el que tenga ganas de orinar o defecar puede ir al baño pero hay otros que no pueden ir solos ya que no se pueden mover. Casi todo el día tienen tiempo libre, excepto en las horas de las comidas. Por la tarde a veces van con un educador o conmigo que soy monitor de salidas a cualquier parte que a ellos les guste.
P: ¿Es complicado trabajar en esto?
R: No y sí, para mí no es complicado pero para el que no esté acostumbrado podría ser traumatizante, ya que aquí no solo te lo pasas bien con las cosas que se les ocurren a estos, también hay veces en las que voy a ver cómo están algunos y me he encontrado en una muy mala situación, pues algunos se habían muerto de forma natural pero otros al querer levantarse se han caído o tropezado y se han abierto la cabeza, ya que no pueden moverse mucho debido a su torpeza.
P: ¿Obtiene alguna satisfacción personal?
R: Sí, porque si no no estaría aquí. Me gusta ver cómo mejoran cada día, además son muy simpáticos pero cuando hay que enfrentarse a una muerte, es duro.
P: ¿Cómo sabe si algún enfermo necesita ayuda por las noches?
R: Pues en el cuarto de monitores tenemos una alarma y si ellos necesitan ayuda tocan su timbre y voy inmediatamente.
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